Las estrategias de mercadeo que cuentan con enfoque digital (hoy día en su mayoría) deben estar diseñadas siempre desde la perspectiva del público objetivo. De esta forma, determinando el objetivo de cada pieza y conectándolo con el mensaje específico (el cual se desprende de la historia principal) se logrará crear una conexión fiel y permanente que acompañará a la persona siempre en el momento indicado. Para esto, el proceso de creación del contenido gráfico, junto con la composición textual (Copywriting) y las palabras clave que enmarcan con coherencia la comunicación, se desarrolla con sentido y fluidez.
La etapa de identificación de cada perfil de cliente ideal, buyer persona, musa de marca (o cualquier concepto que se utilice dependiendo de la teoría que se aplique en cada equipo) es fundamental para poder saber con exactitud los componentes personales y características que definen a la persona o grupo que se busca convertir en cliente, usuario, consumidor, embajador, creyente. Por eso, se debe incluir en el proceso estratégico y evaluarlo cada vez que sea necesario, ya que las personas crecen, maduran y evolucionan. Estas personas se encuentran a diario enfrentándose a la necesidad de cumplir con labores y responsabilidades personales, físicas, laborales, sociales y emocionales; para esto, encuentran apoyo en recursos ofrecidos en productos y servicios.
El momento en que una marca logra ser parte del cumplimiento de estas labores y ayuda a la persona a ser una mejor versión de si misma, está consiguiendo una posición icónica difícil de perder. Ahora, conociendo perfectamente al público objetivo, es importante también saber cuál es el camino que recorre durante la experiencia que tiene con la marca y todos los puntos de contacto en los que hay que estar presente con contenido de valor y tangible. Este recorrido se conoce ahora como Customer Journey, el cual también sirve para monitorear los canales de comunicación y la respuesta que se está obteniendo, para así implementar medidas correctivas en términos de mejora contínua.
Cada momento del camino está asociado a la evolución que tiene la persona desde que conoce la marca, se vincula a su historia y consume finalmente. En estas etapas es importante provocar que la persona avance en el ciclo y se mantenga conectada, impulsando el reconocimiento, provocando interacción, vinculando el propósito de la marca por medio de una historia a la vida personal, entregando valor y atendiendo la búsqueda de cumplir un objetivo a través de los mismos valores, que de forma genuina, se comparten.
Finalmente, el contenido que se posicione para cada etapa del recorrido que hace la persona, va conectado al objetivo mismo que debe cumplir y las palabras clave conectan coherentemente la historia y además, al provenir de la misma intención de búsqueda de la persona, se encontrarán fácilmente presentes en la vida de esta y si se logra la conexión emocional esperada, se estará cumpliendo el objetivo, ya que la marca formará parte de la vida y sin duda, un ícono símbolo de algo para creer, seguir e imposible de olvidar.
Cuando las agencias creativas se dedican a crear piezas gráficas y a administrar publicaciones en redes sociales para sus clientes, sin tener en cuenta lo anterior, solamente están entregando un producto sin propósito, desprendido de una estrategia que haga sentido y con altas posibilidades de fallar. Por eso, todo el contenido de marca debe estar alineado a una historia y cumplir un papel independiente que acompañe a las personas en cada una de las etapas de su camino, entregando valor tangible y ayudándoles a sobrevivir.
Agencia SEVERO
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[…] confíen en la marca para que la elijan sobre cualquier otra, consumiendo un producto, servicio o contenido de valor que sea importante para ellos. […]