Cuando una marca decide encender la máquina del marketing digital, conectar las herramientas y activar sus canales de comunicación, lo debe hacer siempre desde el punto de vista del cliente. Ahora, si se ha analizado detenidamente a esta persona, se ha creado el perfil adecuado del Buyer Persona, musa de marca, embajador, creyente, etc. Se sabe de antemano cuáles son las motivaciones y dolores que se encuentran presentes en la vida del mismo, además, se diseña el esquema de labores diarias que componen sus rutinas, teniendo en cuenta las laborales y personales. Las personas buscan constantemente cumplir con estas labores al máximo y para esto buscan ayuda en productos y/o servicios que los apoyen a hacerlo, por lo tanto, más allá de definir cuáles son las palabras clave que rodean el concepto de la oferta de valor, es imprescindible ponerse en el papel del cliente y determinar cómo buscará ese apoyo. Esto se conoce como la intención de búsqueda.
El momento específico en el que el futuro usuario o consumidor de un producto / servicio entiende que necesita apoyo externo para cumplir con alguna de sus labores, es aquel en el que la intención lo lleva a buscarlo. Para esto, abre la herramienta de su preferencia, escribe las palabras y espera el resultado. Esto lo hace en los motores de búsqueda tradicionales, en redes sociales, grupos de interés o aplicaciones de comercio electrónico directamente. La forma en cómo esta persona se imagina y hace posteriormente la pregunta (no quiere decir que específicamente sea un cuestionamiento) es la intención de búsqueda genuina que nace de su mente al tener la necesidad de encontrar algo determinado. Puede ser con palabras, frases, preguntas e incluso imágenes.
Para un estratega es clave tener identificadas todas las formas posibles en las que su marca pueda ser buscada, contemplar la intención de búsqueda de su cliente para posicionarse antes, va más allá de hacer una estructura de palabras clave que posicionen un contenido. Se trata de entender el lenguaje que mi público utiliza para hablar de mi producto / servicio, las frases y expresiones que le sirven para reflejar su emoción hacia aquello que necesitan. Por ejemplo, hacer el ejercicio de pedirle a una persona (sin decirle antes el nombre de la marca) que busque sobre un producto de limpieza para la cocina, puede llevar a entender la variedad de posibilidades.
“¿Cuál es el mejor quitagrasas?”, “Productos de limpieza para la cocina”, “Limpiar la cocina”, “Necesito limpiar mi cocina”, “Cocinas limpias”, “¿Qué necesito para limpiar mi cocina”, etc. El resultado será numeroso, entre anunciantes multinacionales, artículos de blogs de amas de casa, fotos, imágenes, vídeos demostrativos, tutoriales, críticas, revistas, hasta los mismos supermercados que promocionan ofertas temporales. Esta lucha por aparecer en las primeras impresiones de contenido de cualquier herramienta que haya usado para buscar, se gana cuando logro identificar con precisión esta intención de búsqueda y posiciono mi contenido digital con el objetivo de responderlo.
Finalmente, es importante entender que los públicos cambian, diseñar un Buyer Persona hoy no me asegura que este me sirva para el futuro. Las personas crecen, pueden madurar, evolucionar o no. Lo único seguro es que es incierto y por lo tanto la revisión de este perfil se debe hacer periódicamente, junto con la estrategia de Branding, para no perder de vista el propósito y el objetivo mismo del negocio. Saber primero las palabras clave que están alrededor del producto o servicio es de gran importancia, es el primer paso para entender la intención de búsqueda que lleva a encontrarlo.
Agencia Severo